lunes, 22 de enero de 2007


Consejos útiles

Este tipo de quesos deberán cortarse en láminas finas en forma de cuña y después de forma triangular, para poder apreciar mejor su aroma y olor. Se recomienda dejar la corteza como efecto visual y para su reconocimiento.
A la hora de presentarlo, es conveniente arreglar una tabla de quesos situando los quesos más suaves en el exterior, y dejando los más fuertes hacia el interior, para ser degustados al final.
Los mejores acompañantes no sólo son el pan o pequeñas galletas saladas, sino también fruta fresca como manzanas o uvas. El vino y la cerveza son bebidas ideales para servir con el queso.
Respecto a su conservación, para evitar que un queso se raje, agriete y reseque resulta imprescindible envolverlos bien. Las temperaturas excesivamente frías del frigorífico son las causantes de dicho resecamiento. Los quesos de pasta dura requieren una temperatura de conservación entre los 8º y 12ºC. Lo mejor es envolverlos en plástico, sin apretarlo para evitar recalentamiento, lo que provocaría la aparición de moho. El método ideal de conservación es en recipientes de plástico duro de cierre con tapa y colocarlos dentro del frigorífico.

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